viernes, 31 de mayo de 2013

¿De qué hablamos cuando hablamos de malos tratos a las personas mayores?

Seguro que a muchos de nosotros cuando nos hablan de malos tratos a personas mayores nos viene a la cabeza la típica imagen de un anciano que recibe agresiones físicas por parte de su cuidador o de sus hijos. Seguramente son imágenes más propias de películas de Hollywood o de aquellos filmes de serie B de televisión, que se emiten los domingos por la tarde.

La realidad demuestra que los malos tratos existen y que seguramente es la forma más oculta de violencia que hay, porque sigue, desgraciadamente, muy silenciada. Pero los malos tratos a los ancianos van más allá que una simple agresión física, a veces se trata de abusos, negligencias, coacciones o formas de relación perniciosas que se instalan con absoluta normalidad y que ni el propio afectado sabe detectar.

Un maltrato es una agresión sexual, pero también aislar el anciano de sus actividades habituales, de sus amigos o llegar a considerarlo y a tratarlo como a un niño, en otras palabras, infantilizarlo. Cobrar cheques sin su autorización, coaccionarlo para que firme un documento o hacer un uso indebido de su dinero también es maltratar.

Y también lo es cuando no se cumplen con las obligaciones hacia nuestros mayores. Se incurre así en un caso de clara negligencia. En este punto, en los últimos meses me he preguntado insistentemente si actualmente, las administraciones, con las políticas de austeridad y recortes, que se ceban con los más vulnerables, están practicando un cierto tipo de maltrato. Y yo diría que la respuesta es claramente afirmativa.

Muchos ancianos dependientes se están quedando sin prestaciones. Algunos que hasta hace poco vivían en residencias, frecuentaban centros de día o tenían ayudas para recibir atenciones a domicilio han tenido que volver a casa de sus hijos, que, de golpe y porrazo, se han visto obligados a asumir la tarea de cuidadores non stop.

Recientemente, en el marco de una jornada para personas mayores y  profesionales que se celebró en Firagran, una feria dedicada a las personas mayores a la que asistieron más de 50.000 personas, tuve la ocasión de moderar, como representante del Grupo Mémora, un empresa de servicios funerarios, un debate acerca de este tipo de malos tratos con representantes del ayuntamiento de Barcelona, la Diputación de Barcelona y los Departamentos de Salud, Interior, y Bienestar Social y Familia de la Generalitat de Catalunya. ¿El objetivo? Abordar los protocolos de actuación. ¿Y el reto pendiente? Avanzar todavía mucho para coordinar esfuerzos.

En Catalunya se denunciaron el año pasado 716 casos de malos tratos a personas mayores, pero mucho me temo que deben haber muchísimos más episodios. En Estados Unidos se calcula que sólo llega a denunciarse uno de cada cinco casos.

Habrá que trabajar todavía mucho, ahondar en la formación de todos aquellos profesionales que están en contacto con personas mayores para prevenir, detectar y conseguir que este tipo de fenómenos salgan a la luz, siguiendo el camino que ya hace años se trazó con la violencia contra la mujer.


Los recortes y la crisis, coyunturas que juegan muy en contra y que muy probablemente harán acrecentar este fenómeno porque la falta de recursos provoca más soledad y  aislamiento de los mayores, no pueden ser una excusa. Seguramente ahora es el momento de apostar por colaboraciones entre el sector público y privado para crear espacios que permitan apoyar, acompañar y dar todo el apoyo que necesitan a aquellos que, bien entrados los años y a veces sin ser demasiado conscientes, sufren malos tratos.  

3 comentarios:

  1. Dr. V. Botella
    Presidente de UPIMIR
    Lo interesante es ser coherente y tener claro q los
    malos tratos existen en el ámbito institucional y en el propio domicilio No son exclusivos de un ambiente sino de la personalidad del maltratador






    exclusivos según ambiente chino d vecina tipologia, de persona

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  2. María José Aldunate3 de junio de 2013, 9:12

    Los malos tratos a las personas mayores institucionalizadas son más fáciles de detectar, no así los que se producen en el seno de la familia: estorciones, condiciones para visitarlo, cohesión psicológica y muchas otras manifestaciones de las cuales la persona mayor no puede defenderse y que vienen justamente de quienes depende y que son generalmente, su familia más cercana.
    Por eso considero que es imprescindible ampliar el espectro de políticas de prevención.

    Saludos.
    María José Aldunate
    Grupo DKV ERGO.

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  3. Ahora mismo estoy inmerso en todo el proceso de buscar ayudas para mi padre que tiene 92 años y que necesita mucha atención porqué las facultades han mermado muchísimo en poco tiempo, movilidad, oído, vista, etc, y todo que en teoría hay ayudas, nunca estas son suficientes para poder llevar una vida mas o menos normal, y uno se encuentra impotente porqué no sabe que hacer del todo y cuando oyes la frase bastante repetitiva de tu padre diciendo que se tendría que morir que no hace nada en esta vida..... se te encoje el corazón de una tristeza inmensa que no sabes como cambiar y no sabes que decir. Entonces a lo mejor lo tratas como un niño en las frases que le dices para intentar ponerle una ilusión en algo que ni uno mismo cree. Puede que sea maltrato psicológico o ......

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